El Consejo Regulador de Ternera Gallega reivindica soluciones para el sector de vacuno de carne de calidad
Desde el año 2020, con el comienzo de la pandemia de la COVID-19, el sector cárnico de vacuno de calidad gallego viene sufriendo una crisis económica continuada, provocada inicialmente por una caída significativa de los precios y agravada posteriormente por el alza desproporcionado de los costes de producción derivada del incremento de los precios de la energía, de los combustibles, de los abonos y de las materias primas como los cereales para alimentación del ganado. Estas subidas en los costes, no se vieron reflejadas en los precios de venta de los terneros.
··· Las producciones amparadas bajo la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega, y de forma más acusada la ganadería tradicional que produce Ternera Gallega Suprema, se encuentra en su momento más crítico que incluso condiciona su viabilidad futura. Un sector que es clave y fundamental para mantener un rural gallego vivo, donde más de 10.000 familias ganaderas realizan una actividad que redunda en el verdadero mantenimiento de la población en su medio, que son ganaderías sostenibles tanto desde el punto de vista social como económico y medio ambiental, que hacen una labor de cortafuegos con su actividad manteniendo los pasteros y que son necesarias para vertebrar el territorio y evitar los incendios.
··· Las ganaderías de carne de calidad están repartidas por toda Galicia, principalmente están situadas en zonas de montaña y media montaña, que son las zonas que más sufren la despoblación. Pero, sobre todo, la sociedad tiene que ser consciente de la importancia que tienen este tipo de producciones ganaderas para generar alimentos frescos, de calidad y de gran valor nutricional, que se producen respetando el bienestar animal y las demandas de los consumidores. Los ganaderos de Ternera Gallega, y concretamente los productores de Suprema, siempre tienen en cuenta las demandas de los consumidores en cuanto a ofrecerles garantías sobre el origen y trazabilidad de la carne certificada por la IGP, su calidad y su obtención acorde con la defensa y sostenibilidad del medio rural. Pero esa calidad y garantías que se ofrecen también tienen que ser suficientemente valorizadas a la hora de comprar la carne en las carnicerías y supermercados.
··· Desde la IGP Ternera Gallega hacemos un llamamiento para que a todos los niveles y desde todos los ámbitos, empezando por el propio Consejo Regulador, las distintas administraciones, los sindicatos y asociaciones, las cooperativas y los operadores de la cadena comercial (ganaderos, industrias y distribuidores), y finalizando por los consumidores, busquemos soluciones conjuntas que permitan mantener y potenciar una actividad vital para el rural gallego, basada en una calidad reconocida en todos los mercados y con un modelo de producción de máximo respeto con su entorno y con el bienestar animal.
··· El sector primario, y concretamente los productores de carne de vacuno en explotaciones tradicionales, es lógico que se encuentren hartos con todo lo que está pasando y de los “ataques” indiscriminados que reciben. Pero en la actualidad es el precio de la carne su principal problema, ya que no cubre el incremento de los costes de producción, poniendo en serio riesgo su continuidad, su medio de vida y el de sus familias.
··· Es necesario el compromiso de la sociedad y sobre todo de las Administraciones de la Unión Europea y de los propios países y regiones que la conforman con el sector. No pueden seguir dando una de cal y otra de arena continuamente. Hay ejemplos a más no poder: por un lado exigen una reducción en el uso de medicamentos en el ganado o de fitosanitarios en los cultivos y por otro permiten importaciones de carne o de productos hortícolas de países que no cumplen los estándares europeos; por un lado se aprueba la Ley de la cadena alimentaria para evitar la venta a pérdidas y por otro no se ponen en marcha medidas para el control de su aplicación; por un lado resaltan a labor de los agricultores y ganaderos en la conservación del medio ambiente y por otro quieren que sus cultivos y ganado sirvan de alimento para una sobrepobloación de fauna silvestre (jabalíes, lobos, …); por un lado muchos organismos públicos hablan de la calidad de los alimentos producidos en la UE y por otro también defienden y apoyan cosas como las “hamburguesas de vegetales” (¿porque le llaman hamburguesas?) y hasta la producción de “carne artificial” o carne de laboratorio; y así podríamos seguir. Por lo tanto, hay que entender lo hartos que están los productores de carne y todos los agricultores y ganaderos. Ya es hora de tener las cosas claras y no jugar con dos varas de medir.
··· Los precios de la carne de vacuno ya hace varios años que son bajos, pero en los últimos meses la situación se volvió insostenible. Ya sabemos que no hay un culpable concreto de la subida exagerada de los fertilizantes, de la energía, de los combustibles y de los alimentos para el ganado, pero la realidad es que quienes están sufriendo las consecuencias son los productores, sobre todo porque la distribución no quiere subir los precios en los puntos de venta y trasladarle parte de esa subida a sus clientes, alegando que se lo hacen se reduce el consumo. Lógicamente las subidas deben ser moderadas y progresivas en el tiempo, pero también va siendo hora de que se valore el origen de los alimentos que consumimos y la calidad de Ternera Gallega Suprema. Porque al paso que vamos, dentro de poco cuesta más tomar un refresco que comprar un kilo de filetes.