Ser un empresario de éxito no resulta nada fácil. En ocasiones, la suerte juega un papel determinante, o simplemente tener un olfato especial para ciertas cuestiones, mientras otros ven pasar las oportunidades para crear algo nuevo. Sirva este breve artículo para ofrecer algunas ideas que pueden ser interesantes, recogidas de la web Entrepeneur.

1. Capacidad de innovar

Es un aspecto muy complicado. Los grandes creadores en cada una de las facetas de la vida son capaces de pasar a la posteridad. La creación garantiza pasar por donde nadie lo ha hecho. Y en territorio ignoto, tener posibilidades de éxito siempre está más cercano. Pero la innovación debe ser útil.

2. Adaptación a los cambios

Todo cambia a un ritmo vertiginoso. Y en el mundo de la empresa y de la sociedad de consumo, todavía más. Aquellos productos que parecía que iban a cambiar el mundo se quedan en el olvido poco después. Hasta los productos más exitosos necesitan renovarse para no morir.

3. Capacidad de liderazgo

Mandar no es lo mismo que liderar. Seguramente, no se parezca en nada. Liderar significa saber llevar un grupo, marcar objetivos y motivar a los trabajadores para que consigan las metas de la empresa. Involucrar a todo el mundo. Y eso no se hace únicamente mandando.

4. Tomar decisiones

La parálisis es mala para cualquier empresa. Hace falta tomar decisiones. A veces pueden ser drásticas, dolorosas, dramáticas, pero hay que saber tomar las decisiones correctas… y sobre todo en el momento oportuno. No hay que tener miedo a dar un paso al frente.

5. Capacidad para tomar riesgos calculados

Importante: que sean calculados. En toda actividad empresarial hay que tomar ciertos riesgos, porque no dejan de ser necesarios para que el proyecto progrese. Pero esos riesgos no pueden ser a lo loco. Tienen que calcularse previamente las consecuencias de que se falle en la apuesta.

6. Lucha frente a los inconvenientes del entorno

Es la famosa resiliencia que tan de moda está en la actualidad. Hay que luchar y adaptarse a todos los problemas que se puedan poner por delante en un momento dado, ya que el entorno no depende de las decisiones individuales que se tomen.

7. Detectar oportunidades

Es el famoso olfato al que aludíamos al principio de este artículo. Dice el tópico que a la oportunidad la pintan calva. Encontrar una buena oportunidad puede ser el pilar sobre el que sustentar un éxito empresarial.