“La preocupación de los consumidores por el bienestar no se ve reflejada en las decisiones de compra”

Supertema: CONSUMIDORES

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Marta Elena Alonso de la Varga
Profesora Titular del Departamento de Producción Animal de la Facultad de Veterinaria de León

 

PREGUNTA.- ¿Qué piden los consumidores a las producciones ganaderas relativas al bienestar animal?

RESPUESTA.- Los consumidores demandan, de modo genérico, que los productos que compran provengan de sistemas de producción en los que los animales vivan con niveles de bienestar altos. Pero el problema radica en que no existe un único concepto de bienestar animal, no hay una definición universalmente aceptada y, por ello, el mismo sistema de producción puede ser percibido de modo diferente en función de la definición que se considere. Aspectos tan diversos como la capacidad del individuo para adaptarse al ambiente en el que vive, la calidad de la vida vivida y evaluada por el propio animal, la posibilidad de expresar comportamientos naturales o los estados mentales positivos o negativos experimentados, son puntos relevantes en las distintas definiciones. A pesar de las discrepancias existe consenso entre los consumidores en que el bienestar de los animales debe ser protegido y promovido por la legislación.

 

PREGUNTA.- ¿Están los consumidores dispuestos a pagar un mayor precio por los productos que garanticen el bienestar animal?

RESPUESTA.- Según los resultados de una reciente encuesta realizada dentro de las actividades del Grupo Operativo SOSTVAN (Desarrollo de estrategias para la sostenibilidad del sector de vacas nodrizas, https://www.sostvan.com), sobre un total de 2041 respuestas, más de la mitad de los encuestados declararon estar dispuestos a pagar entre un 5 y un 10% más para garantizar mejoras en el bienestar de los animales. Sin embargo, según los estudios revisados en el artículo Consumers’ Concerns and Perceptions of Farm AnimalWelfare (Animals 2020, 10, 385; doi:10.3390/ani10030385) la preocupación de los consumidores no siempre se ve reflejada en las decisiones tomadas en el momento de la compra y los incrementos en los precios que los consumidores dicen estar dispuestos a pagar, en ocasiones, no serían suficientes para suplir los costes de producción.

PREGUNTA.- ¿Cómo debe ser el etiquetado de esos productos para informar de forma adecuada a los consumidores?

RESPUESTA.- El etiquetado debería ser capaz de proporcionar información clara y sencilla identificando fácilmente los productos obtenidos de animales con altos niveles de bienestar. El nivel de bienestar debería ser evaluado mediante indicadores estandarizados, desarrollados de modo científico y universalmente reconocidos, constituyendo un sistema transparente de monitorización durante toda la cadena productiva. A día de hoy, no existe ningún estándar que cumpla todas estas premisas por lo que, en nuestro país, conviven distintos sistemas de evaluación del bienestar algunos promovidos por las organizaciones interprofesionales de los sectores porcino de capa blanca, vacuno de carne y ovino y caprino (IAWS Compromiso Bienestar Certificado, PAWS y Compromiso Bienestar Animal) y otros por entidades de investigación (Certificado WelfairTM) que ofrecen sellos de certificación en las etiquetas de los productos. Al igual que sucede con la falta de unanimidad en la definición del bienestar, la diversidad de certificaciones contribuye a crear confusión en los consumidores, por lo que debemos hacer un esfuerzo de comunicación tanto los integrantes de la cadena productiva como los miembros de la academia para mejorar la información y capacidad de decisión contribuyendo en la formación de consumidores éticamente competentes.

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